La actriz reconoce que no se tomó para nada en serio su rehabilitación. Además, según dice, las dos últimas veces que entro a la clínica lo hizo para librarse de la cárcel: “Fue una obligación”.
Lindsay admite que no se tomó el asunto con seriedad, sino más bien como unas vacaciones: “Me encanta conocer gente nueva y fue una experiencia positiva. Conocí a gente genial y era interesante saber por lo que estaban pasando”.
Y preparaos, porque Lindsay ha contado que hace un año empezó a escribir sus memorias y, dada su conocida carrera, mas en su vida personal que en la cinematográfica, la cosa promete.
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